El despertar de una clase.
El 17 de octubre de 1945 es recordado
como un hito histórico de nuestro país, donde miles de personas se congregaron
en la Plaza de Mayo para pedir la restitución de Juan Domingo Perón que había sido
apresado cuatro días antes por el Ejecutivo Nacional. Entre distintas posturas
sobre esto hecho, parece encontrarse una certeza, el despegue de una clase
social hasta ese entonces excluida: la clase obrera
.
Perón, secretario de trabajo y previsión
y vicepresidente hasta la fecha de la gran movilización, comenzó a solucionar
algunos viejos reclamos de los trabajadores argentinos y forjó pequeñas
alianzas con dirigentes sindicales. La política pro-obrera del vicepresidente y
su poder político acrecentado, provocó un recelo en sus colegas militares que
decidieron destituirlo de sus cargos y apresarlo en la isla Martin García.
Mientras el Coronel Perón era separado
de la agenda política del momento, varios dirigentes sindicales de la industria
de la carne comenzaron a idear la huelga y posterior movilización hacia Plaza
de Mayo y la Ciudad de La Plata, para
pedir la restitución del vicepresidente.
Según detalla el periodista inglés
Daniel James en “17 y 18 de Octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas
y la clase obrera argentina”, en las primeras horas del 17 de octubre, los
trabajadores de los frigoríficos y de fábricas textiles de Berisso, organizaron
cortes en los accesos de esa ciudad, donde se les sumaron obreros de la
construcción, ferroviarios y portuarios.
Para la tarde, grandes columnas de
trabajadores, hombres y mujeres de todas las edades, se dirigieron hacia la
Casa de Gobierno y la Ciudad de La Plata. No existen cifras exactas sobre la
cantidad de personas que acudieron a pedir la restitución de Perón, pero
algunas fuentes aseguran que el número de personas ascendía a 300 mil e incluso
500 mil.
Alrededor de las 23 horas del día 17 de
octubre, Juan Perón se asomó por unos de
los balcones y se dirigió hacia la multitud, para luego pedirles a sus colegas
militares que se llame a elecciones las cuales ganó con amplitud. Este hecho
demostró que el futuro peronismo tendría el apoyo de los sectores más bajos de
la sociedad argentina.
Daniel James muestra en su obra como
vivió la clase obrera ese día, a través de varias entrevistas a protagonistas y
la revisión de notas de los periódicos de la época. Según el autor, los testimonios evidenciaban que los
trabajadores se paseaban con “atuendos carnavalescos”, al compás de “grandes
bombos” y en busca de “transgredir las
instituciones”.
El
periodista designa este comportamiento como “iconoclasia laica” que significa
“la destrucción pública y deliberada de los símbolos sagrados con el propósito
de suprimir toda lealtad a la
institución que los utiliza”. Es así como James intenta explicar porqué en las
manifestaciones de La Plata, los trabajadores recurrieron a la violencia contra
ciertas instituciones como lo fueron medios, la Universidad, clubes y joyerías.
Diversos autores, sociólogos, politólogos
e intelectuales, trataron de explicar el movimiento obrero que ocasionó el
retorno de Juan Domingo Perón con posturas a favor y en contra. Algunos
aseguran que fue la nueva clase obrera, proveniente del interior las que le
dieron el mayor apoyo al coronel y otros prefieren inclinarse por los sectores
sindicales.
Sin dudas, el 17 de octubre de 1945 fue
la eclosión de una nueva clase obrera, que se encontraba hasta ese entonces
sesgada y que encontró en Perón a un gran líder. Citando a Ernesto Sábato en
Tres Revoluciones, “la gente se mueve por ideas y por ideales, por odio o por
amor” y fue el Juan Domingo el “que había sabido despertar su amor”.
Por: Gabriel San Martín.
Fuente principal: James, Daniel, "17 y 18 de octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina". Publicado en Desarrollo Ecónomico, 1987.
Nota: El último Link es sólo para descargar el Ensayo de Daniel James.